Los grandes momentos de la vida son como un despertar. Los grandes momentos de la vida están llenos de sorpresas, de belleza, de magia, llenos de ternura, de complicidad, están llenos de corazones acelerados, llenos de... interrupciones. Los momentos importantes están llenos de cosquillas, de ilusión. Los grandes momentos de la vida en general, ocurren más tarde de lo esperado. No hay nada de malo en que las cosas que uno desea lleguen más tarde de lo esperado. Cuando lo que querés tarda en llegar, el deseo crece, se fortalece. Y ahí tu corazón se prepara para recibir eso que tanto esperas. Si no estás listo para lo que deseas no la disfrutas. Las cosas que llegan más tarde de lo esperado te dan ansiedad, frustración, pero por algo es eso. Por algo hay cosas que se hacen esperar. Cuando menos las esperas, quizá cuando ya renunciaste a alcanzar ese deseo, es cuando la vida, el destino, lo que sea te sorprende. Y esas sorpresas son las que más se disfrutan. Las cosas buenas dan trabajo, esfuerzo, dedicación. Cuando uno sabe que lo que viene es bueno, la espera no es una agonía, es una fiesta. Saber esperar es saber desear. Queremos todo ya, la felicidad ya, ahora. El deseo se vuelve más fuerte cuando uno se toma el tiempo de desear. Si entre el deseo y la realización no hay tiempo, el deseo se vuelve débil, descartable. Asi que será hoy, mañana, en un tiempo, en el momento exacto, más tarde de lo esperado, pero eso es muy bueno. ............................................................................................................................................ Casi Angeles.

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